sábado, 19 de octubre de 2013

Ascensión al Monte Rosa, Dufourspitze . Día 6 Monte Rosa Hut - Dufourspitze - Nordend

Dufourspitze (4.634 m.) - Nordend (4.609 m.)

Beep! Beep! 2:15 a.m. marca el reloj y todos arriba! Tras unas pocas horas de descanso, nos ponemos los pantalones, el resto de equipo, desayunamos unas galletas con un poco de miel y nos disponemos a salir a la noche. 
Over 4.000 meters!
La noche está en calma, acompañados por un alemán y por la luna llena, vamos alejándonos del refu. y adentrándonos en el glaciar. Ttras una pendiente helada a 45º, encontramos las primeras grietas. Avanzamos bastante rápido, a pesar de ser 4 en la misma cuerda, y el amanecer nos pilla en la pala final de nieve (por encima de los 4.000m).La cosa se pone interesante, salimos a lo roca!! Una arista preciosa de roca y hielo para nosotros solos, Yeah! 

Cresta para mí! Cresta para tí!
¿Cuántas veces nos han preguntado por qué hacemos esto? La respuesta es sencilla: no podemos entender la vida sin la belleza de la montaña. [Amiga] "Pero es que a mí me gusta demasiado mi vida como para arriesgarla" [Yo] Arriesgarla? No crees que eres presa de tu vida? o quizás del miedo que no te deja ni avanzar, ni descubrir el Mundo? [Amiga] Estás chalado, ahí arriba hay demasiado riesgo y si te pasa algo no vas a poder seguir viendo nada más. [Yo] ¿Alguna vez has respirado el frío amanecer en una montaña helada? ¿Has sentido la incertidumbre en una caída? ¿Has ayudado a un compañero, sabiendo que comprometes lo + preciado? ¿Has formado un equipo invencible, con un equipo al que no conocías 15 días antes, para acometer un objetivo común? Has recorrido un camino , que no sabes donde te lleva, pero que te ves incapaz de abandonar, porque es el que has de recorrer. Es donde respiras, donde ríes, encuentras la amistad, el frío sudor que recorre tu espalda, el cansancio agónico, el hambre, el sueño, y el júbilo infinito por alcanzar ese punto donde convergen lo divino y lo humano.

Alfredo, Alex & David.
Crash! [Suenan los crampones contra la roca] Continuamos cresteando en el aire hasta llegar a la cruz (Italia y Suiza). Nos felicitamos por llegar a la 2ª cima más alta de los Alpes, el Dufourspitze. Comemos un poco de chocolate suizo, un revuelto del Mercadona. 

Sigue lo bueno!
Tomamos las maromas, que nos llevaran por un corredor helado, hasta el comienzo de la creta nevada del Norden. Pocos corredores tan divertidos he hecho...

Pero cómo puede molar tanto la montaña!
Las vistas son espectaculares, estamos perdidos en medio de los Alpes, siguiendo una huella perfecta. Sin duda este es uno de los macizos alpinos más auténticos. 

La punta del Nordend
Sin aglomeraciones, lejos de los mercenarios de cumbres y rodeado del ambiente montañero más puro.  

Si no tocas la punta, no vale...Vamos bixo!
Tras unas fotos en la cima del Nordend, bajamos la pala hasta el glaciar. Aquí las grietas son realmente anchas y profundas... 

Qué es una grieta?
Hay que andar de forma muy delicada, pues nos vemos obligados a cruzar varios puentes de nieve bastante debilitados, por las altas temperaturas de estos días...

Los seracs del Glaciar!
La nieve se empieza a poner paposa y estamos deseosos de llegar al refu, aligeramos el paso (corremos como cobardes) y nos tomamos un merecido almuerzo (a las 5) en Monte Rosa Hut. 

Bye Rosa!
Una granizada del copón nos interrumpe a Fredy y a mí, en pleno festín de galletas! David se había adelantado en la bajada; así que le habrá pillado antes de llegar al glaciar... PINGANDO!!!

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